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LONDON PICTURES – En conversación con Gilbert y George

Desde que se encontraron por primera vez en la Escuela de Arte Central Saint Martin de Londres en 1967, Gilbert y George han estado creando arte juntos. Tanto sujetos como objetos de sus obras, Gilbert Proesch (Italia, 1943) y George Passmore (Reino Unido, 1942), han desafiado los límites del arte contemporáneo durante más de 55 años, operando como un solo artista.

Su arte explora la complejidad de la vida, a menudo presentado a través de instalaciones a gran escala compuestas por múltiples paneles enmarcados, que parecen como ventanas a su mundo. Estas composiciones exhiben capas y texturas intrincadas, con los artistas que miran hacia quien los está observando o que se encuentran sumergidos en los paisajes representados. Independientemente de la escena, Gilbert y George siempre ocupan el punto focal de sus obras de arte, manteniendo una interacción dinámica con el espectador.

Nosotros de Ciao Magazine estuvimos invitados a un preestreno exclusivo de la exposición, antes del estreno oficial de London Pictures en el Centro Gilbert and George.

El Centro - abierto al público de forma gratuita - está ubicado en la zona de Brick Lane en Londres, en un antiguo edificio industrial renovado en 2022 para servir como espacio de exposición permanente del trabajo de los artistas. Perfectamente integrado en la vibrante atmósfera del este de Londres, con tiendas de comestibles, tiendas de vino, salones de manicura y estudios de tatuajes, el edificio refleja el entorno que ha inspirado a Gilbert & George durante décadas. Distribuido en tres galerías, transmite una sensación de familiaridad inmediata, casi como una extensión del cercano estudio y hogar de los artistas.

Desde su apertura, el año pasado, el Centro ha recibido a más de cuarenta mil visitantes y entusiastas del arte. Más de una década después del debut de la gira mundial de London Pictures, el Centro ahora está presentando 28 de las 292 obras de arte originales, muchas de las cuales se exhiben en el Reino Unido por primera vez.

Las London Pictures se inspiran en una colección de 3,712 carteles de quiosco robados por los artistas a lo largo de los años. Estos carteles, diseñados para captar la atención con palabras mínimas sobre fondos en blanco y negro, representan las duras realidades de la vida londinense y evocan imágenes que recuerdan a una novela de Charles Dickens con un toque contemporáneo.

Después de un recorrido privado por la galería, los artistas nos recibieron en su casa y estudio en Fournier Street. Al cruzar la puerta principal, quedamos envueltos en el magnífico mundo de Gilbert y George. En cada rincón se respiraban signos de su creatividad e imaginación y se podían observar sus fuentes de inspiración, que contaban su historia incluso antes de que entabláramos una animada conversación sobre el arte, la sociedad y las complejidades de la vida.

En un sentido homenaje a vuestra querida ciudad, habéis afirmado: "Londres es la parte más importante de nuestra inspiración. Es todo lo que nos rodea". Vuestras creaciones exploran los aspectos cotidianos de la vida, y en London Pictures esto es evidente. ¿Cómo seguís descubriendo inspiración en lo que algunos podrían considerar mundano?

(George): Nos sentimos privilegiados de vivir en un vecindario culturalmente rico con una profunda historia de diversidad, desde sus raíces en la época romana - nuestro lugar está construido sobre un cementerio romano - hasta su vibrante presencia judía y la afluencia de artistas que buscaban accesibilidad económica. Esta amalgama de culturas y experiencias es una fuente inagotable de inspiración.

Estáis profundamente involucrados en el mundo que os rodea y lo abordáis con ojos nuevos todos los días.

(Gilbert): Esa es la esencia de ser artista.

¿Qué os motiva e inspira? ¿Qué alimenta vuestra pasión?

(George): Nuestra pasión por el arte es nuestra fuerza impulsora.

Hemos creado una gran escultura viviente porque siempre somos parte de ella. Estamos justo en el corazón de nuestro arte. Hablamos siempre a través de todo lo que creamos. Es bastante emocionante para nosotros y también algo nuevo. Nos embarcamos en este viaje cuando teníamos 14 años, decididos a crear un legado. Somos bebés de guerra, impulsados por el deseo de no volver a revivir semejante agitación.

(Gilbert): También venimos de una generación de estudiantes y profesores que creían principalmente en la formalidad. Había formas, ángulos, círculos, tal vez curvas y algunos colores. Cuando éramos estudiantes en Saint Martin's, ningún profesor hablaba de sexo, dinero, raza, religión, esperanza, miedo o amor.

(George): Afortunadamente, hubo artistas que trascendieron estas limitaciones. Nuestro querido amigo Carl Andre, quien falleció recientemente, fue uno de ellos. Su partida nos entristeció profundamente porque le teníamos mucho cariño. A pesar de ser conocido como formalista, desafió las expectativas. Abrazó la vida, se entregó a la bebida y apreciaba a las mujeres. Cada vez que visitaba Londres, se proponía vernos y, de la misma manera, cuando estábamos en Nueva York, siempre nos invitaba a cenar a un restaurante "comunista". Carl era una contradicción maravillosa, que encarnaba lo que el arte debería tender a ser.

También abrazáis la contradicción y la provocación. ¿Es esto deliberado, destinado a provocar reacciones, o simplemente un medio de autoexpresión?

(George): Ésta es nuestra religión y, en cierto modo, preferimos pensar en ella como "conversión" en lugar de provocación. Nuestro objetivo es involucrar y transformar la perspectiva del espectador, ¡y hemos logrado convertir a muchos! (Se ríe, Ed.).

Vuestro arte tiene una sensación de inmediatez. ¿Cuál es el mensaje que queréis transmitir?

(George): Nuestro arte refleja la complejidad de la vida, capturando la esencia de nuestras experiencias y observaciones en un mundo que cambia rápidamente.

(Gilbert): Es un lenguaje. La gente puede entenderlo porque son parte de ello.

Vuestra exposición London Pictures parece fusionar sin esfuerzo escenas ordinarias con titulares sensacionales. ¿Cuál es el propósito detrás de esta mezcla?

(George): Hay que recordar la obra desde el título, esa es la idea.

(Gilbert): También pretendemos cerrar la brecha entre lo ordinario y lo extraordinario, llevando lo sensacional al ámbito de la vida diaria, donde los espectadores pueden relacionarse e interactuar inmediatamente con nuestro arte.

Hablando de lo extraordinario, la Reina Isabel II se encuentra frecuentemente en vuestras obras de arte, y también está presente en cada panel de London Pictures. ¿Cuál es el motivo de esta elección?

(George): ¡Sí, aunque todavía no hemos recibido una invitación para ir al palacio!

Admiramos la monarquía británica. Existe una creencia común, entre los jóvenes, de que el arte se inclina hacia un pensamiento de izquierda. Creemos que eso está demasiado simplificado. Puedes ser un artista que apoya a la monarquía y el buen comportamiento. Ser un rebelde salvaje no es un requisito para ser artista. Puedes ser una persona educada.

Hablando de London Pictures, la Reina Isabel era sinónimo de Londres. Aparecía a menudo en los títulos. Ella no era sólo una reina; ella era una mujer extraordinaria. La monarquía británica ocupa un lugar único en comparación con otras de Europa. ¿Por qué no aceptarlo? La gente de todo el mundo respetaba a la reina Isabel no sólo porque era reina, sino porque era Isabel: una verdadera inspiración. Ahora su hijo tiene grandes responsabilidades que cumplir. Tiene intereses diversos y encarna un enfoque moderno de la realeza.

El uso de cortinas y motivos recurrentes también caracteriza a London Pictures. Sin embargo, vuestra presencia se siente casi distante, como observadores de la vida de la ciudad.

(Gilbert): De hecho, utilizamos cortinas con encajes y motivos recurrentes para simbolizar nuestra observación de la existencia urbana. Si bien nuestras obras se titulan London Pictures, capturan un paisaje universal que se puede encontrar en muchas ciudades del mundo, con nosotros mirando un poco desde la distancia, pero siempre en el centro de nuestro arte.

¿Podéis proporcionarnos más detalles sobre el uso del blanco y negro, así como del color rojo para resaltar las palabras clave?

(George): Tenemos la suerte de provenir de la escultura pero no teníamos acceso al color. Los pintores tenían cajas de pintura o crayones mientras que nosotros no teníamos ese lujo. Provenientes de un entorno diferente, descubrimos el poder del rojo y lo usamos como una forma de grafiti para hacer que nuestro arte se pueda comparar, representado el mismo de una manera que hable al espectador. No pretendemos representar un paisaje fácil; lo que hacemos es capturar la naturaleza conflictiva de la vida que caracteriza a todas las ciudades importantes.

¿Alguna vez os habéis sentido obligado a documentar ciudades más allá de Londres en vuestra obra de arte?

(Gilbert): No del todo. Ni siquiera diríamos que de Londres. Toda nuestra inspiración proviene de esta área de Londres donde hemos residido y trabajado durante más de 55 años. Nuestro estudio, situado aquí en el número 12, comenzó siendo un piso de planta baja con solo dos habitaciones. Con el tiempo, mediante la venta de obras de arte, adquirimos el número 8 y, más recientemente, lo ampliamos para incluir el Centro.

Es notable vuestra accesibilidad al público a través del Centro. ¿Es esto intencional?

(George): Sí, lo es. Reconocimos la necesidad de hacer que el arte sea más accesible, inspirados por nuestras propias experiencias en las que tuvimos que esperar años para ver exposiciones de obras de artistas vivos. Nuestro Centro tiene como objetivo cerrar esta brecha, asegurando que nuestro arte esté al alcance de todos los que deseen experimentarlo.

Como dos individuos que forman una escultura viviente, ¿alguna vez las visiones diferentes han planteado desafíos?

(Gilbert): ¿Qué opina? (Se ríe, Ed.).

El éxito era nuestra principal prioridad y trabajamos juntos para lograrlo, superando cualquier diferencia de visión. ¡Teníamos que triunfar y lo logramos!

(George): La cuestión es que, en el momento en que dejamos la universidad, pensamos: "Eso es todo", sintiendo como si estuviéramos saliendo del mundo vacío de la vida estudiantil. No recibíamos más subsidios. Mientras nuestros compañeros recibían becas o trabajos docentes a tiempo parcial en escuelas de arte, siendo dos personas, nosotros no teníamos esas opciones. Entonces, nos encontramos deambulando por Londres sin rumbo, caminando todos los días. Por suerte, nos encontramos con una tienda de segunda mano y nos topamos con el disco Underneath the Arches, el que inspiró la Escultura Singing. No conocíamos la canción, pero nos atrajo el título porque, en 1969, vivíamos en medio de enormes albergues para personas con problemas, miles de ellas, muchas de ellas marcadas por las guerras y las estrictas leyes sexuales de la era anterior a la despenalización. Entonces, Underneath the Arches simbolizaba para nosotros a todas estas personas. ¡Qué vida tenían! Ahora todos han fallecido y somos los únicos que quedamos. Han sido reemplazados por jóvenes drogadictos: la próxima generación. El cambio es constante. Es como el edificio al final de nuestra calle: una vez fue una iglesia francesa, luego una sinagoga y ahora una mezquita. ¿Qué sigue? ¿Por qué no podemos predecirlo? Deberíamos poder hacerlo, ¿no?

Vuestra entrada al mundo del arte fue bastante radical y poco convencional. Comenzaste declarando: "¡Nosotros somos la obra de arte!" e incluso después de muchos años, vuestro arte sigue siendo relevante.

(Gilbert): Nuestro objetivo era dejar un impacto duradero, como con la escultura Drinking o nuestras obras Nature en 1971. Al principio, no previmos su éxito. En 1971 realizamos una exposición de pinturas en color y las vendimos todas. Después de eso, nos aventuramos a Nueva York para nuestra primera exposición con Ileana Sonnabend en Soho, ubicado en 420 West Broadway. Esto marcó el inicio de la escena artística en el centro de Nueva York. Anteriormente, las galerías estaban situadas en zonas exclusivas, pero nos arriesgamos a exponer en esta zona de Manhattan.

(George): De la noche a la mañana logramos un éxito tremendo. Estábamos entre las cuatro galerías que abrieron la misma noche, atrayendo multitudes de todo Nueva York al distrito del centro. La noticia se difundió, llegando incluso a la radio, y un helicóptero de la policía sobrevoló la ciudad, desconcertado por la repentina oleada de gente que se dirigía al centro. Posteriormente presentamos la Escultura Living, llamando la atención de representantes gubernamentales preocupados por el hacinamiento en el edificio. Era una situación complicada que generaba preocupaciones sobre la estabilidad de la estructura.

¿Fue ese el momento en el que pensaste: “Lo hemos logrado”?

(George): ¡Por supuesto, lo habíamos logrado! De manera significativa, y prácticamente de la noche a la mañana. No estamos seguros de que algo similar haya sucedido antes. E irrumpir en Nueva York no fue fácil, considerando que normalmente son ellos los que causan sensación en Europa.

¿Cuál es vuestra mayor fuente de orgullo como artistas?

(Gilbert): Ser dos personas unidas en la expresión artística durante más de cinco décadas: es un logro extraordinario. Nuestra asociación ha brindado un apoyo inquebrantable y una plataforma para crear e inspirar continuamente.

Escrito en colaboración con Danilo De Rossi

En la portada:
Gilbert y George fuera de su estudio en la calle Fournier
Imágenes © Danilo De Rossi

Galería 1: La exposición en el Centro “Gilbert and George”
Galería 2: El estudio en la calle Fournier