NOELIA LIOTTI - Sangre de thriller y corazón de romance
Si Agatha Christie hubiera escrito una novela cargada de acción al estilo Jason Bourne, el resultado se parecería mucho a Instinto Asesino de Noelia Liotti. Oriunda de Buenos Aires, con solo 32 años y cuatro libros publicados, Noelia logró que sus lectores la apodaran “la Agatha Christie argentina”.
Si me permiten compartirles un dato personal – y quienes me conocen saben que no hago comparaciones a la ligera –, muy pocos libros consiguieron que me quedara leyendo hasta la última página de una sola sentada: el primero, Diez negritos de Agatha Christie, y el último, Instinto asesino. ¿Coincidencia?
En medio de convenciones y entrevistas, Noelia se hizo un tiempo para charlar con nosotros sobre su más reciente éxito editorial. Con una trama que mezcla tensión, dramas familiares y hasta una pizca de romance, el libro nos muestra que todos tienen un límite: algunos lo cruzan, y otros ni siquiera sabían que lo tenían.
Noelia, ¿cómo fue tu relación con la lectura antes de empezar a escribir? ¿Hubo algún libro que marcara un antes y un después en tu vida?
Como lectora, desde muy pequeña me costaba encontrar un libro que realmente me atrapara. Hurgando entre los estantes de mi abuela, encontré novelas clásicas de Jane Austen y de las hermanas Brontë que despertaron mi curiosidad, pero al estar en inglés no podía entender nada, así que intentaba recordar los nombres y luego las compraba en español. Uno de los primeros libros que marcó mi vida fue Jane Eyre, al punto de que cuando lo terminé de leer estaba llorando – y no tengo lágrima fácil -. Su mensaje sobre cómo el amor puede cambiar por completo la vida fue lo que me impulsó a seguir leyendo.
¿Tus primeros acercamientos a la literatura fueron gracias a libros de romance?
Totalmente, los libros sobre crímenes llegaron a mi vida mucho después. El género que más leía en mis inicios era el romance, y lo curioso es que cuando comencé a escribir tampoco había crímenes: era literatura de aventuras, en su mayoría de piratas (y siempre con alguna pareja para mantener vivo el romance). Algún día tal vez los publique.
Eres médica oftalmóloga y escritora, ¡una combinación muy poco común! ¿Cómo lograste equilibrar esas dos facetas de tu vida?
Empecé a escribir de muy chica y, alrededor de los 18 años, cuando comencé el ciclo de ingreso en la Facultad de Medicina, quería publicar mi trabajo, pero no tenía los medios. Incluso participé en un concurso de novelas con mis historias de piratas, pero no lo logré. En ese momento pensé que no era para mí, y mi abuela me aconsejó estudiar algo con salida laboral más segura en paralelo a la escritura, así que me dediqué de lleno a la medicina. Durante ese tiempo me dolía mucho no poder dedicarme a lo que me apasionaba y, motivada por ese dolor, decidí apartarlo de mi vida: me alejé de la ficción. Pero ya en los últimos años de carrera, sentía un vacío y opté por volver a las librerías y retomar mi escritura. Para entonces ya tenía la carrera avanzada – estaba en la residencia –, así que me permití separar tiempo para escribir y recuperar esa parte de mí.
Hace tiempo se le atribuye a Agatha Christie la frase "Los mejores crímenes para mis novelas se me han ocurrido fregando platos”. Para hablar un poco de tus procesos de escritura, ¿cuál es tu momento de inspiración o actividad cotidiana que te ayuda a dejar fluir la creatividad?
Estos últimos meses me costó encontrar tiempo para escribir tranquila entre el lanzamiento de Instinto Asesino y el inicio de otro libro. Y curiosamente descubrí que, cuando me pongo a hacer los quehaceres de la casa, todo comienza a fluir: lavo los platos, ordeno la ropa y hasta hablo conmigo misma. Simulo una conversación con “otra Noelia” y empiezo a armar parte de la historia fingiendo un diálogo entre una que no sabe nada y otra que le cuenta los detalles.
¿Te consideras escritora “mapa” (planea todo antes de comenzar el proceso de escritura) o escritora “brújula” (empieza con una idea y deja que la historia marque el rumbo)?
Brújula, totalmente. De hecho, hoy empecé una nueva historia: ya tengo terminados los primeros cuatro capítulos, y me di cuenta de que hay un personaje en particular cuyo rumbo aún no tengo del todo claro.
En Instinto Asesino, Aurora es una protagonista muy fuerte y decidida. ¿Qué te inspiró a crearla?
Todos mis personajes tienen algo mío, en mayor o menor medida, desde el más bueno hasta el peor. También me nutro de todo lo que me rodea y lo plasmo en ellos. Pero en el caso de Aurora, aunque no es mi personalidad al cien por cien, sí compartimos varias cosas en común.
El título Instinto asesino tiene mucho impacto. ¿Crees que todos tenemos ese instinto en algún momento, o es algo que se desarrolla solo en ciertas personas?
Sin dudas todos lo tenemos, eso quise dejar en claro con este libro. Algunos lo tienen más desarrollado que otros, pero nunca sabemos cómo vamos a reaccionar en una situación determinada. Ahí es cuando entra en juego nuestro instinto, ee que muchas veces ni siquiera somos conscientes de poseer.
Noelia Liotti
¿Qué autores o series te influenciaron para crear el mundo de este nuevo trabajo?
Para este libro hice una combinación entre los clásicos policiales y las películas de thriller de acción. Recuerdo que cuando leí El Protocolo Sigma de Robert Ludlum, me sorprendió darme cuenta que existía una forma diferente de escribir policiales: un estilo más cargado de acción. También quise inspirar algunas partes en Skyfall de James Bond, con una trama intensa de suspenso y escenas de acción. Claro que mi meta siempre ha sido tener una narrativa policial sólida, pero me gusta sumar elementos de acción para darle mayor adrenalina.
Sin spoilers, ¿hubo algún personaje que te sorprendiera mientras lo escribías? Ya sea porque tomó más o menos protagonismo, o simplemente resultó mejor o peor de lo esperado.
El personaje de Bronwyn me gusta mucho por la madurez que tiene, pero mi favorita, sin dudas, es Evelyn, que transforma de una manera excepcional su dolor en fuerza y logra salir adelante gracias – valga la redundancia – a su “instinto asesino”.
Ya nos contaste que eres escritora brújula y dejas que la trama fluya. Pero en cuanto a los personajes, ¿todos toman su rumbo a medida que los escribís o algunos tienen sus roles definidos desde el inicio?
Los protagonistas son los únicos personajes cuyos roles tengo claros desde el principio, incluyendo sus relaciones y sus historias de vida. Pero con los secundarios me permito dejarme llevar. A veces, un personaje secundario termina convirtiéndose en protagonista y se genera un plot twist incluso para mí.
¿Cuál fue la escena más difícil de escribir y cuál disfrutaste más?
Generalmente me cuestan más las escenas de acción que las de suspenso, porque me esfuerzo mucho en que resulten verosímiles. Pero, en este libro, la escena más difícil de escribir fue aquella en la que uno de los personajes narra su trágica historia y comienza a llorar sin notarlo. Me involucré tanto con él y con su dolor que necesité un descanso para poder seguir escribiendo. En cambio, disfruté muchísimo la escena en la que Aurora se lanza sola en medio de la noche, con un cuchillo en mano, para defenderse y confrontar al supuesto asesino.
Mirando un poco hacia el futuro, ¿veremos más de Aurora?
Por ahora, las historias son autoconclusivas. Pero sí me atrae mucho la idea de hacer algún spin-off con algunos personajes.
Si Instinto Asesino llegara a la gran pantalla, ¿te gustaría involucrarte en el proceso? ¿Qué escena sería innegociable frente a cambios?
¡Sería un sueño hecho realidad! Sin embargo, como no soy guionista y son dos mundos distintos, no quisiera involucrarme demasiado, aunque sí estar presente y al tanto de los cambios. La escena del capítulo final, con todas las verdades saliendo a la luz en medio de la noche y el incendio del laberinto de fondo, sería intocable.
Tus lectores te apodaron “la Agatha Christie argentina”. Si pudieras soñar y tomarte un café con ella, ¿qué le dirías o le preguntarías?
Quisiera saber su secreto infalible para crear tantas tramas dentro de una historia. Muchos escritores tienen su propia fórmula para entrelazar tramas y subtramas de modo que todo encaje a la perfección; simplemente me encantaría conocer qué método utilizó para convertirse en la gran escritora que fue.
Y para cerrar, ¿cómo te gustaría que se sienta el lector al terminar la última página del libro?
En el epílogo quise dejar un mensaje claro de resiliencia. Siempre trato de que, sin importar lo que haya pasado, el final muestre cómo cada personaje logró superar sus problemas. Obviamente, quiero que sienta pura adrenalina pura por la trama en sí, con ganas de más, pero lo más importante es que entienda que, después de toda lucha, siempre hay esperanza, sea cual sea su historia.
En la portada: Noelia Liotti
Imágenes cortesía de la autora